Notas y reflexiones de campo

A PROPOSITO DE ETICA EMPRESARIAL

Históricamente ha existido una desigualdad entre el trabajador y el empleador. En el primer período de la revolución industrial el trabajo era inhumano e indigno, llegando a durar más de 12 horas diarias como mínimo la jornada laboral. A esto se agrega el trabajo infantil, en donde los niños trabajaban en condiciones deplorables, algunas veces, hasta 24 horas seguidas. A comienzos del siglo XIX, con la generalización del alumbrado artificial la jornada laboral aumentó, aún más y los trabajadores tenían que trabajar turnos seguidos.

Sin embargo lo más cruel y duro fue el trabajo infantil, en donde más de la mitad de los niños morían por el trabajo excesivo. Los padres los vendían a los representantes de las fábricas. Las mujeres no corrían mejor suerte ya que en aquella época realizaban, al igual que los niños, el mismo trabajo que los hombres. Sin embargo, ocurría algo disonante en las fábricas: los trabajadores preferían quedarse en las fábricas y no regresar a sus casas a pernoctar porque como dormían apretujados descansaban en mejores condiciones que en sus propias casas donde pasaban frío. Además se evitaban el camino que era denso y frío. La vida en las fábricas era dura y en sus casas se tornaba miserable, viviendas insalubres, húmedas, sin iluminación.

Nuestro país y ciudad no estaban muy lejanos a esta realidad, también se vivió la explotación a los trabajadores, especialmente de niños que trabajaban en las industrias mineras.

Desde que comenzaron las labores industriales en la pampa del norte, comenzaron a surgir los problemas sociales, los empresarios no solo explotaron la naturaleza, sino que además consideraron que el trabajador era otro elemento que debía someterse a la explotación. La historia del proletariado chileno no está muy lejana a lo que se describe anteriormente, para aumentar sus ganancias, los empresarios no tuvieron consideración el sufrimiento de los obreros y sus familias, dentro de las faenas salitreras eran muy frecuentes los accidentes laborales, quemaduras, mutilaciones y muerte por la acción de tronaduras, problemas cardiacos, derrumbes, el uso de las “fichas” como moneda corriente con un interés a favor del empresario , las pulperías como fuente para financiar los sueldos, el trabajo infantil y las malas condiciones de las viviendas.

Con el enriquecimiento brutal de unos pocos, cada vez era más notable la mala distribución de los ingresos, los salarios eran mínimos, las condiciones de los trabajadores y sus familias miserables.

Con todos estos elementos, nacen las primeras legislaciones de tipo social. Como la situación de la clase trabajadora era deplorable, con lo anteriormente señalado se da el surgimiento de los movimientos obreros, primero como asociaciones mutualistas y luego se conforman asociaciones para mejorar las condiciones de trabajo, aumento de salarios y tener derecho a asociación.

Lamentablemente el estado reacciona de mala forma, tratando con dureza dichas prácticas, encarcelando y hasta ejecutando a los dirigentes. En Inglaterra, cuna de la revolución industrial y donde más se centra este movimiento, se realizan protestas. Por otra parte, se flexibiliza un poco el asunto y se les otorga el derecho a asociarse por las pérdidas que representa en la producción.

Una vez principiado el movimiento obrero nace la revolución socialista. Las miserias sociales que trajo el capitalismo y la misma revolución industrial motivó a que además surgieran teorías que avalasen dicho movimiento. En Francia, un país menos industrializado que Inglaterra, pero más sensible a las problemáticas sociales proporciona las primeras formulaciones teóricas que constituyeron una alternativa al capitalismo.

Hasta aquí no hay señas de responsabilidad social empresarial por parte de los empleadores, y dueños de fábricas, los trabajadores sufrieron en carne propia los abusos de los empresarios y por estas inequidades nacen, por parte de los propios obreros, la necesidad de luchar por sus derechos. Sin embargo, hay un empresario que logra empatizar con los trabajadores: Robert Owen, quién aplicó en su fábrica reformas sociales muy avanzadas para su época. Owen centró todas sus energías en defender los intereses de los trabajadores y se vinculó con el Movimiento Obrero Británico. Poseía una concepción diferente al resto, mucho más ligado a lo social. Parte de la idea de que las condiciones de vida determinan la suerte del individuo y para mejorarla, se debe reconstruir el ambiente en que vive el ser humano. Para Owen, el hombre depende de su entorno natural y social. El hombre es bueno por naturaleza pero las circunstancias no le dejan serlo (basado en Rousseau). Quiere mejorar el entorno del hombre para que éste sea bueno, para que emerja su bondad.

El hombre bueno trabajará mejor voluntariamente. Para ello Owen realizo una serie de transformaciones como la reducción del trabajo de los niños y dedicar tiempo a su educación, mejorar las condiciones de vivienda de los trabajadores, abrir tiendas baratas, imponer un sistema de promoción en la fábrica basado en la buena conducta de los trabajadores e instalar guarderías infantiles y escuelas.

Podremos decir que históricamente era muy poco lo que se hablaba de responsabilidad social empresarial. Lamentablemente hay hechos nefastos en la historia que describen la necesidad de obtener mejores tratos y condiciones por parte de los trabajadores, sin mencionar la explotación ambiental que se vivió.

Gracias a esos esfuerzos, a la lucha de los trabajadores y la organización de los estados se ha podido mejorar considerablemente las condiciones de trabajo. Para la Organización Internacional del Trabajo (OIT) la responsabilidad social de la empresa es el conjunto de acciones que toman en consideración las empresas para que sus actividades tengan repercusiones positivas sobre la sociedad y que afirman los principios y valores por los que se rigen, tanto en sus propios métodos y procesos internos como en su relación con los demás actores.

Finalmente, podríamos proponer que las principales responsabilidades éticas de la empresa con los trabajadores y la comunidad son:

1. Servir a la sociedad con productos útiles y en condiciones justas.
2. Crear riqueza de la manera más eficaz posible.
3. Respetar los derechos humanos con unas condiciones de trabajo dignas que favorezcan la seguridad y salud laboral y el desarrollo humano y profesional de los trabajadores.
4. Procurar la continuidad de la empresa y, si es posible, lograr un crecimiento razonable.
5. Respetar el medio ambiente evitando en lo posible cualquier tipo de contaminación minimizando la generación de residuos y racionalizando el uso de los recursos naturales y energéticos.
6. Cumplir con rigor las leyes, reglamentos, normas y costumbres, respetando los legítimos contratos y compromisos adquiridos.
7. Procurar la distribución equitativa de la riqueza generada

¿Existirán empresas que actualmente cumplan con éstas responsabilidades éticas?


Por Paula Nievas

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