Notas y reflexiones de campo

> Educabilidad y Antropología Social

Hablar de educación implica abordar una serie de elementos íntimamente relacionados, como la posibilidad, la necesidad, las condiciones y límites del proceso educativo. Toda posibilidad educativa reside en una concepción del ser humano como ser no enteramente determinado por la herencia o el ambiente. La educabilidad es un modo esencial del hombre que le hace capaz de perfeccionarse y consecuentemente llegar a ser lo que es. Es también, una categoría específica del hombre cuyo estudio se ha planteado desde el ámbito antropológico como una visión globalizada unitaria y exclusivamente humana. Por esta razón, resulta importante considerar al ser humano como el fundamento de la educación, y de esta forma pensar en que la pedagogía se presenta como la guía que define el destino de éste, por lo que antropología y educación quedan íntimamente interrelacionadas y recíprocamente influidas. Pero no podemos olvidar que este ser humano actualmente vive rodeado de información y elementos sociales condicionantes, característicos de una nueva sociedad multimediatica que ha comenzado a trastocar los tiempos y los espacios de la educación, y con ello, la misma estructura de desarrollo de la educación y de las instituciones escolares. Esto, paulatina y necesariamente nos lleva a pensar en que la educación en general requiere de una reconceptualización en términos de la educación a lo largo de la vida y en el ámbito de la sociedad en general. Esto quiere decir, volver a lo social y reinventar una educación social en que los objetivos de integración y convivencia sean determinantes y en los que la “escuela”, como resultado de una transformación, sea una instancia más de un continuum educativo de toda la vida de los seres humanos en comunidad, y no algo separado y segregado de la misma.

El resumen del artículo pretende reflexionar en torno a las concepciones de la educabilidad desde la perspectiva antropológica en el contexto de la pedagogía social actual. En primer lugar, se aborda el concepto de Educabilidad y sus distintas significaciones. En segundo lugar, se describe la educación desde una perspectiva antropológica y social. Y finalmente, se reflexionará acerca de los desafíos y tendencias de la educación en la sociedad globalizada. Ideas fuerza del artículo: La educación es un proceso social que surge en el seno de ésta y refleja los valores que la sociedad establece como modelo de interacción, por lo tanto, las personas aspiran y responden a lo largo de su vida a las metas que el sistema les muestra.


La educación no sólo se desarrolla a través de las interacciones de un sistema formal sino que también se construye en la cultura y en las representaciones que las personas tienen acerca de de ella. Este proceso se compone de elementos cognitivos que concretan los conocimientos humanos, los elementos procedimentales del saber hacer y los aspectos actitudinales, en referencia a los valores que desarrolla cada sociedad.


El sistema educativo modela las conductas de los estudiantes a través de la acción de los facilitadores o maestros quienes no sólo forman cognitivamente a los estudiantes, sino que también les proponen a través de su ejemplo un modelo de persona a seguir.La escuela como institución social refleja todas la complejidad de la sociedad real, sin embargo, su naturaleza hegemónica tiende a uniformar los procesos y a invisibilizar la complejidad de la diversidad humana. Aún cuando su discurso es democrático y utópico, no siempre logra conectar el modelo de sociedad al que se aspira con lo que, en realidad , se reproduce en la escuela debido a las tensiones sociales, económicas, políticas, culturales y religiosas con que contribuyen todos los actores de la educación; desde los Ministerios hasta los auxiliares de servicio de una escuela.


El hombre y la mujer son seres de aprendizajes porque su complejidad psico-biológica le ha liberado de las conductas instintivas y genéticas y ello posibilita el proceso educativo a través de la asimilación de influencias estimulativas y de vivencias que la enriquecen elaborando nuevas estructuras espirituales en el plano individual y como miembro de la comunidad a la que pertenece (proceso de personalización y socialización). A esta capacidad de aprender HUBERT HENZ la denomina educabilidad. Según FERMOSO en (Educadores,nº 140): "La falta de organización instintiva es el fundamento de la necesidad de aprendizaje".Por otra parte, la educabilidad constituye el referente antropológico que debiera explicitarse y concretarse en todos los proyectos educativos que anhelan una sociedad más justa, más equitativa y más plena en desarrollo y democracia. Se coincide, plenamente, con la misión que expresara don Gabriel Castillo Insulza, premio nacional de educación 1997; la educación deber reflejar la sociedad que soñamos. Ese sueño sólo es posible por la posibilidad de perfección que tiene el ser humano en su naturaleza.No obstante, el siglo XXI nos plantea un gran desafío a la educabilidad; resolver el conflicto macro-económico y social que al igual que en 1492, en el contexto del descubrimiento de América, nos amenaza con repetir los esquemas de dominación que hasta hoy día definen a la Latinoamérica como un continente dependiente de la economía del primer mundo; cuando la riqueza natural, intelectual y cultural precisamente está precisamente en América.


Pero de la misma manera existen agentes sociales del binomio imperial modernización-destrucción, hay sujetos sociales de resistencia al capital global. Estos se componen, básicamente, de dos estratos: intelectuales críticos y masas populares.Es imperioso desenmascarar el proyecto de la sociedad global –antes llamado imperialismo- y construir un proyecto alterno a nivel latinoamericano y mundial que se niegue a convertir al ser humano en un ente económico con buzón electrónico. Se trata de una tarea primordial en el segundo milenio, porque la creación de un paradigma antropológico y educativo para la sociedad global es demasiado importante como para dejarla en manos de los managers de la General Motors, de Coca-Cola y del New York Times. Se requiere en consecuencia, la creación de un frente mundial que reanude la lucha contra la ley del valor desde una perspectiva humanista y de una civilización de trabajo y solidaridad. Esta es la única alternativa de sobrevivencia digna para los “condenados de la tierra”, frente a la utopía retrógrada del agresivo nuevo mundo que los libera.


La bifurcación del sistema educativo en un sector privado y otro público es un desarrollo de extrema importancia que ha alcanzado niveles de participación privada que asciende al 50% en países como Brasil y Colombia. La privatización de la educación refleja su creciente elitización, en la cual la evolución individual se vuelve básicamente un juego al azar biológico: el niño que tiene suerte de nacer en una familia rica puede emprender una odisea educativa en un ambiente idóneo; el niño pobre se estrellará, en la mayoría de los casos, contra las rocas de la desigualdad social.Vinculada a la tendencia anterior es la cada vez mayor imposición de los estándares curriculares de eficiencia, competitividad, evaluación, etc; del Primer Mundo en América Latina. Estos patrones culturales –que son esencialmente medios de dominación, no de efientización- rigen crecientemente las formas y contenidos de enseñanza desde los niveles primarios hasta los sistemas de posgrado.


En la hegemonización cultural de los países tercermundistas el Banco Mundial juega un papel fundamental en la persuasión del mundo entero. Persuasión que encuentra el terreno más fértil en la educación, donde los misionarios proveen “asistencia técnica, conducen análisis e investigación de política, divulgan sus descubrimientos, entran en discusiones políticas con gobiernos y ayudan a movilizar y a coordinar ayuda externa para la educación”.


Desde la caída del socialismo europeo, el Banco Mundial ha incrementado significativamente sus actividades educativas aumentando las partidas financieras hacia América Latina, hecho que probablemente esté vinculado al Tratado de Libre Comercio NAFTA.La última tendencia estructural observable es la disminución del papel del Estado en la educación que está siendo sustituido por el mercado; en las áreas donde le conviene a los intereses dominantes, se entiende. Específicamente, en Chile la transición desde un Estado proveedor a una Sociedad educadora no está excenta de los riesgos de deshumanizar la función educadora en post de los objetivos de la economía de mercado.Es vital entonces reflexionar, críticamente, si estamos de acuerdo con mercantilizar la educación o si como sociedad defenderemos la educabilidad del ser humano construyendo un modelo educativo que no “invisibilice“a la persona sino que la proyecte y potencie todas sus dimensiones, antropológica y socialmente, perfectibles.


Por Johnny Rivera.
Asistente Social. Mg. en Educación.

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